Mientras duermo:
Un susurro entrecortado,
una ligera brisa en la mejilla,
la opresión del dolor,
el aliento retenido,
la inminencia de la muerte.
Evanescencia
Grito, busco, corro ..
vuelvo la vista atrás,
un cuerpo inerte,
el mío?
me toco y sigo viva,
el cuerpo es tuyo ...
el de un ser ambiguo.
Abro los ojos y siento un galopar en las sienes, la noche avanza pacíficamente en este hemisferio, lo primero que me pregunto es por los soñadores del hemisferio norte y en un segundo mil pensamientos indistinguibles invaden mi mente, intento dormir y es en vano y otra vez el flash del cuerpo inerte.
Los sueños saltan de hemisferio a hemisferio.
ResponderEliminarLas pesadillas también.
son como niños juguetones en las mentes
EliminarA veces el insomnio hace de las suyas, y nos juega malas pasadas, pero de todas formas, el tuyo, según lo has contado, ha sido de lo más bello, me ha encantado, Lulu.
ResponderEliminarUn besazo.
Si, con el tiempo el trascurrir de las horas nocturnas se convierten en cómplices y el insomnio llega a tener su encanto. otro beso para ti
EliminarMe alegra tu vuelta. Y ver que sigues en tu línea de siempre...
ResponderEliminarPero hay pesadillas, que con el tiempo, se convierten en sueños...
Besos, Evita.