Vivir una temporada en una de las ciudades europeas más atractivas es definitivamente una maravillosa experiencia, y las estoy disfrutando muchísimo, sin embargo las fiestas o celebraciones de cualquier tipo nunca fueron mi fuerte y esta Navidad no fue muy diferente a las que estoy acostumbrada (he tenido navidades que las he pasado trabajando), más bien algo pintoresca por algunas anédoctas graciosas que ya contaré; ahora ya viene Año Nuevo, y estoy empezando a sentir algo nuevo y raro, y es que yo nunca he sido de aquellas personas que se ponen a analizar los logros del año y las propuestas, retos del año q llega, pero ahora siento que hay una sombrita que me persigue, pero lo rehuiré, me convenceré de seguir creyendo que se trata de un jueves cualquiera y saldré a cenar con unos amigos, brindaré con champagne hasta embriagarme (o "cava", que es el nombre correcto acá) y pensaré que sólo es un jueves cualquiera ... no quiero pensar en ayer, no quiero pensar en mañana ... olvidaré todo y me adentraré en una burbuja gigante donde sólo se permite el ingreso para disfrutar y olvidar la realidad .... no pensaré ....... que ya tengo bastante con casi 12 horas de migraña (no lo había tenido hace meses, pero volvió para taladrarme el cerebro, ohhh my God!!!)
