23.1.15

crisis de pánico

He lidiado con las mismas sensaciones por muchos años, le puse hasta un apodo " la nada" porque era muy esporádico pero intenso y empecé el juego del quien gana, siempre buscando nuevas y distintas experiencias y era tan feliz, tan plena en este camino, debí sospechar que el final de esta montaña rusa estaría cerca en mi último cumpleaños que lo celebré con bungee jumping extremo, cosa que a juzgar de quienes me conocen dicen que no soy el tipo de persona que haría algo así (creo que tuve la misma opinión sobre mí alguna vez en el pasado) y así fueron tantas las osadías en diferentes ámbitos pero siempre evitando las drogas y en algún momento la "nada" lo invadió todo consumiendo mis herramientas, despojando mi vida, y entonces lo supe,  que eso no era normal y fuí por ayuda sin embargo hace poco evolucionó a crisis de pánico recurrente entonces deseé pulverizarme (la forma más sutil de describir lo que me ocurrió).
La medicación ayuda pero me asusta no encontrar el camino para retornar a quién fuí hace años o quizás una versión mejorada de mi misma ...
Es oficial, ví claramente el registro de un nuevo diagnóstico en mi ficha.

20.1.15

Depresiva?


Sin fuerzas para respirar, el switch de mi cerebro en "slow", me descubro como la espectadora pasiva de este barato film en que se ha convertido mi vida, una mala película donde transcurren los días entre gris y negro; y es que cada día, segundo, hora o semana ya han perdido proporción en este limbo pero pesan tanto ... pero tanto que me oprime, me duele respirar,  cuánto más debo tolerarlo?
"Desaparecer,  esfumarme, dormir ... "
retumba un eco   pero las malditas píldoras ya no funcionan ... esos analgésicos del alma que fueron mi bendición ahora empiezan a perder su efecto conmigo y el vino ya no es lo mismo, hace estragos vergonzosos que me hunden y transforman en lo indeseable.
Mis dedos claman por acariciar más y más, sólo una vez más me repito ignorando las colillas que han desbordado el cenicero .... es el único aliado que me acompaña en la batalla del día a día contra la "nada".
 ... soy depresiva? Qué ironía de la vida, consciente que no era del promedio siempre estuve, me creía especial y me enorgullecía de serlo sin embargo  la bofetada de la realidad me obliga a tragarme ese orgullo y me conmina a aceptar que lo mío es un diagnóstico más en el CIE  10.