16.11.11

agonía

02- noviembre- 2011
Para qué contar mis penas al viento... quién podría oírlas si éstas se desvanecen como las nubes flojas a la distancia.
para qué pensar en cómo morir ahora ... si ya habrá tiempo para eso, aunque un día como hoy es preciso, así siempre tendré flores frescas en mi tumba...
es una tarde de aquellas en que la fantasía de la muerte vuelve a asomar a través de mis ventanales que tan prístinas y vanidosas estrenan cortinas, todo se estrena acá, el trabajo, los muebles, los vecinos, ropa y más vanalidades; he retornado a la ciudad gris con una sola maleta y la agonía de mi alma vieja que ahora se añeja más veloz que nunca antes

y si quiero morir no es por falta de amor, creo que siempre lo tuve a mi alrededor, a veces mucho ... a veces poco: me aman mis padres, mis hermanas, tan cándidas ellas con sus labores hogareñas; hace unos días intenté imitarlas en secreto, me puse un mandil y me eché a cocinar una receta de la familia, estrené unas ollas que por capricho me he comprado y costaron un sueldo entero pero la comida que sabe a gloria en casa de mi madre, acá no sabe a nada y me da lo mismo engullirlo o tirarlo al fregadero

quiero morir porque levantarme cada día es como jalar una tonelada de acero hacia cada lugar que debo ir, quisiera ser como aquél pajarillo que oigo trinar cada mañana, o una mariposa, o una lagartija, o un gato persa ... y dejar la humanidad que no la resisto más
quiero ligereza ....






16-noviembre -2011
en los últimos meses, después del suicidio de mi hermana he leído mucho sobre el tema desde los más diversos enfoques; hace unos días hablamos sobre el morir humano en la maestría que después de tanta postergación empecé este semestre; anoche hice mi primera visita a una mujer de 92 años más lúcida que muchos de 50, en fase terminal de un hepatocarcinoma y será mi paciente hasta que llegue el momento ...



cada día que pasa descubro que ya estoy muriendo, que mi alma pierde vitalidad con cada respiración, a cada minuto.
hay muchas formas de morir, una es como la que me pasa: cuando el alma nos abandona y quedamos vacíos, quedamos apenas como un saco de huesos y piel ...

3 comentarios:

  1. Mi alma abraza la tuya en este mismo momento.

    Besos.

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  2. Es de una extrema dureza, Evita.
    Te dejo un beso enorme.

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  3. muy cálido tu abrazo, gracias Torito

    se acepta la vida como viene Zarzamora y otro beso para ti

    gracias a los dos por el beso y el abrazo

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